Elsa Merillas, jugadora del AT. U. Güímar de primera nacional de féminas

«Tenemos mucho margen de crecimiento en todos los aspectos y espero que cada año se invierta más en el equipo femenino»

El Atlético Unión Güímar femenino lleva varios años siendo protagonista en la primera nacional de féminas. Esta misma temporada, está situado en la parte alta de la tabla clasificatoria siguiendo la estela de los «grandes» de la categoría  como el Fundación C.D. Tenerife o Unión Viera. 

En esta ocasión, hemos querido conocer a una de sus integrantes, Elsa Merillas, una de las capitanas del equipo y que después de ocho temporadas en el club lo siente ya como algo suyo. La historia de Elsa, es la de una deportista de cuna, de una que lo lleva en la sangre… sino creen esta afirmación, les invitamos a leer el resumen que nos hace ella misma: «En realidad desde jovencita compaginaba el fútbol sala en Galicia con el baloncesto; así estuve hasta los 20 años aproximadamente que tuve que decidirme por uno de los dos y me quedé con el baloncesto. Jugué a baloncesto en el Ensino de Lugo en Liga Femenina y después en Orense en la llamada Liga Femenina 2. Aprobé una oposición con 25 años y tras la formación y las prácticas llegue a Tenerife con 28. Aquí en Tenerife jugué en el Náutico. Casualmente con  30 años conocí a una persona que jugaba a fútbol en el Candela y decidí probar; desde ahí vi que disfrutaba muchísimo jugando y que no se me daba mal. Estuve tres temporadas en el Candela y a través de Ana, una de las actuales capitanas del Güímar con la que coincidí en el Candela, me vine al Güímar. Y es la mejor decisión que podía haber tomado».

Como ven, no les engañábamos. Elsa nos atendió amablemente para contarnos más cosas sobre la situación del fútbol femenino en la actualidad y el lugar que dentro de este deporte debe ocupar su club, con la futura reestructuración de las categorías nacionales que tendremos a partir de la próxima temporada. 

Están muy bien posicionadas en la parte alta de la tabla ¿Cuál es el objetivo del equipo para esta recta final de la temporada?

«El objetivo para el Güímar siempre es quedar lo más arriba posible, siempre basándonos en el trabajo y la humildad de un equipo modesto que aspira a estar en la parte alta de la tabla pero sin olvidar que compite con equipos vinculados a Liga Reto y otros mucho más poderosos en el ámbito económico y de infraestructuras».

¿Como está siendo la competición en esta liga de primera nacional de féminas?

«El nivel ha crecido mucho estos últimos años y si bien han ascendido equipos muy fuertes como el Egatesa Granadilla B y el Real Unión Tacuense, estos siguen contando con filiales en nuestra categoría, que se han unido a equipos muy fuertes como el Viera, el Tenerife Fundación, Majoreras con vinculación con Femarguin, Achaman vinculado a Juan Grande, etc».

El futbol femenino ha experimentado un crecimiento impresionante. Hemos pasado de campos de tierra, organización deficiente y flojo seguimiento, a competiciones estructuradas, buenas instalaciones, y una mayor cobertura… ¿Cómo has vivido estos cambios? ¿Qué falta por hacer en tu opinión? 

«Es verdad que el fútbol femenino ha crecido una barbaridad en los últimos años sobre todo en las primeras categorías como Iberdrola y Reto Iberdrola. En primera nacional también se ha notado el cambio en cuando a disponibilidad de instalaciones e infraestructuras pero todavía hay trabajo por hacer. Quitando a los equipos más poderosos de la categoría y a aquellos que cuentan con apoyo de clubes de superior nivel, es importante que a una jugadora no le cueste dinero (aunque no lo gane) jugar a fútbol, teniendo en cuenta que tiene que desplazarse, comprar material, tratarse lesiones, etc. En Güímar me consta que el ayuntamiento da un gran apoyo no sólo al fútbol, sino a todo el deporte del valle, lo que es de agradecer, y el club cree y apuesta cada día un poco más por su sección femenina. Pero aún tenemos mucho margen de crecimiento en todos los aspectos y espero que cada año se invierta más en el equipo femenino».

El Granadilla Tenerife esta haciendo unas temporadas francamente increíbles en la máxima categoria siendo la punta de lanza del fútbol femenino de la isla ¿Cuál crees que debe ser el lugar al que debe aspirar  el Atlético Unión Güímar en esta «pirámide» del fútbol femenino canario en el futuro?

«El AU Güímar femenino lleva varias temporadas ya consolidado en la primera nacional, llegando incluso a jugar una fase de ascenso a Reto Iberdola hace 3 temporadas; si queremos dar un salto de calidad y aspirar a ascender en el futuro a la nueva categoría  que se creará a partir de la temporada que viene (3° RFEF), hace falta que se invierta económicamente más de lo que se está haciendo en jugadoras y cuerpo técnico. Todos los clubes invierten cada año un poco más en sus secciones femeninas y seria una pena que el AU Güimar se quedara rezagado en esta pugna».

No sé si has pensado, cuando te toque dejar el futbol en activo  si te gustaría seguir ligada de alguna manera a este deporte…

«Aunque ya tengo 40 años para 41, espero estar en activo al menos otra temporada más. El cuerpo será el que me indique el momento de retirarme. Cuando esto suceda me encantaría seguir ligada de alguna forma al fútbol. Creo que por mi experiencia en el deporte puedo ser de ayuda para las jugadoras más jóvenes, aunque no me veo de entrenadora sí podría aportar mucho colaborando con el cuerpo técnico».

¿Qué es lo mejor y lo menos bueno que te ha dado el futbol?

«Lo mejor que me ha dado el fútbol sin duda son mis compañeras de equipo. Mantengo grandes amistades de mi etapa en el baloncesto y no puedo decir menos de todos estos años en el fútbol. Actualmente además, cuento con un grupo humano insuperable: tenemos veteranas, chicas más jóvenes y niñas, y a pesar  de la diferencia de edad se ha creado entre todas un ambiente increíble y eso se nota en los resultados. Podemos perder o ganar, pero el grupo siempre responde con nota a todos los niveles.

Y lo peor no son las lesiones o los malos resultados, ya que forman parte del deporte y te ayudan a superarte, son determinadas actitudes que nos ha tocado vivir de la grada, como insultos o vejaciones. Nunca entenderé a la gente que acude a un campo de cualquier tipo de deporte a insultar a jugadores contrarios o al árbitro, en lugar de limitarse a animar a su propio equipo».