¡Felicidades mamá!
Enseñarás
Enseñarás a volar… pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar… pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir… pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar… pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar… pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen…
¡Estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido!
Madre Teresa de Calcuta
Madre… ¡Cómo una sola palabra es capaz de contener tanto significado, tanta historia, tanto pasado, tanto presente y tanto futuro, a la vez!
Cada uno de nosotros está en su legítimo derecho de señalar a su madre como única porque, como señala nuestro acervo cultural, sea como fuere, “madre no hay más que una”
Y el primer domingo de mayo, el día 7, celebramos el Día de la Madre.
Esta no es una celebración nueva. Casi todos hemos podido celebrar esta efemérides -año tras año y desde que tenemos uso de razón-, felicitando a mamá el primer domingo del mes de mayo, el mes de las flores.
Pero no siempre ha sido así. El Día de la Madre se celebra en casi todo el mundo pero no el primer domingo de mayo, como sucede en nuestro país. Es más, ni siquiera en España siempre fue así.
Si nos remontamos a tiempos pasados, es en la tierra de los Faraones, en Egipto, donde se veneraba a la diosa Isis (Gran diosa madre o Diosa de la maternidad y del nacimiento), donde encontramos los primeros esbozos de esta celebración.
Isis también fue considerada por la mitología como “La diosa del más allá” por ser la esposa de Osiris y por resucitarlo luego de su muerte y nacer como el dios de la resurrección simbolizando la fertilidad y las crecidas del río Nilo. También es llamada “La madre divina” por su cualidad protectora y maternal mostrada con su hijo Horus y con todos los demás seres. De ahí que se le rindiera homenaje también en Roma y Asia Menor con la Diosa Cibeles o en Grecia con la Diosa Rea.
Sobre con esas raíces de la celebración de este Día, no es hasta el siglo XVII cuando se encuentran precedentes en Europa de la celebración del Día de la Madre, en una vertiente más cercana y humana. En los años 1600 esta efemérides tenía lugar el Cuarto domingo de Cuaresma y se honraba con flores a la Iglesia Madre, en la que cada uno había sido bautizado.
Más tarde y en el mismo siglo, con la aprobación de un Decreto, se permitió a los siervos volver a casa este domingo de Cuaresma. Así las clases trabajadoras tenían este día para reunirse en sus hogares, celebrando esta fecha en familia.
Después de este acuerdo, que beneficiaba a este sector de la población menos agraciado, es cuando empieza a percibirse cambios en la fecha de celebración según los distintos países.
Fue un 2 de junio de 1870, cuando Julia Ward Howe, abolicionista estadounidense (autora del Himno de la República), invitó a todas las madres que perdieron hijos en la guerra a una manifestación pacífica y a una celebración religiosa en Boston, , teniendo gran éxito de convocatoria pero que no se convirtió en costumbre con el paso del tiempo, algo que si logró Anna Reeves Jarvis, ama de casa, al comienzo del año 1908, con una campaña a nivel nacional para que se instaurase ese día de forma oficial. En 1910 se celebra en casi todos los Estados Unidos y es en 1914 cuando el presidente Wilson convierte el Día de la Madre en una celebración oficial que hoy en día, en pleno siglo XXI se festeja en 70 países.
De esos 70 países, 40 decidieron celebrar el Día de la Madre en el mes de mayo, entre los que se encuentra España.
Al contrario que sucede con otras celebraciones, en nuestro país no se mantuvo esta celebración por una base comercial como si sucede, por ejemplo, con el Día de San Valentín.
Con el Día de la Madre se mantiene ese origen de ser una fiesta de agradecimiento hacia la madre que nos dio la vida.
¡Gracias y felicidades!
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