Baile de Magos y Pescadores

El Baile de Magos y Pescadores es, quizás, uno de los actos más esperados en las celebraciones festivas en honor a la Patrona de Candelaria, santa Ana. Por ello, por lo que significa y por lo que ha significado, es conveniente adentrarnos en sus inicios, cuando ni siquiera se le llamaba baile, cuando ni siquiera se podía bailar y cuando ni siquiera se vislumbraba lo importante que llegaría a ser un siglo más tarde.
No podemos obviar que las celebraciones festivas son circunstancias con vida propia, sujetas a la propia evolución de los medios públicos con los que cuentan las administraciones, esto es, a más medios más cambios.
Según datos históricos aportados por Octavio Rodríguez, cronista de Candelaria, hasta bien entrado el siglo XX era impensable la celebración de bailes en plazas públicas. Las manifestaciones de este tipo estaban circunscritas a domicilios privados o a los casinos (era frecuente que cada localidad tuviese el suyo propio, al menos hasta que comenzó la guerra).
Centrándonos en Candelaria, en torno al año 1920 ya se celebraban las fiestas en honor a santa Ana, únicamente los días 25 y 26 de julio, pero como mandaban las costumbres de entonces: oficio religioso y procesión con la imagen.
En la década de los años 20, la evolución social permitió la celebración de los primeros bailes, pero únicamente en domicilios privados y los conocidos como “bailes de casino”, entre otras cosas porque no había alumbrado público y no se podía permanecer en la calle. Así llegamos a 1922, cuando se permite la celebración de la primera verbena en plaza pública y amenizada por una banda musical, pero en horario de tarde.
La década de los 40 pone nombre a estos bailes y comienza a denominárseles como “bailes de mago”, teniendo estos encuentros lugar en los salones de Sixto Machado.
En 1942, este baile de magos se realiza por primera vez en la plaza de santa Ana, sin demasiado éxito, por lo que vuelve a ser celebrado en un recinto privado. Concretamente es el Cine de Candelaria el que acoge estos festejos hasta 1960.
La nomenclatura de “Baile de magos y pescadores” no llega hasta el año 1974 y es así como se refleja en el Programa de Fiestas de ese año. Dos años más tarde, en 1976, este baile ya se había convertido en un evento destacado en el programa festivo y se celebraba en la Plaza de Santa Ana, lugar en el que ha permanecido hasta que las obras en la misma, en el año 2018, volvieron a cambiar la ubicación de esta celebración como ya había sucedido anteriormente en diferentes ocasiones.
Texto: Tere Coello
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