Un recorrido por el Barrio de Santa Ana

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Artículo publicada en “Salitre”, suplemento especial del periódico El Pregonero, editado con motivo de las Fiestas Patronales de Santa Ana y El Carmen.

(Tere Coello, julio 2017) El municipio de Candelaria se encuentra en el sureste de la isla de Tenerife. Este lugar, icono de la devoción y de la peregrinación, posee una gran importancia no sólo religiosa sino también histórica, puesto que las culturas guanche y castellana encontraron un punto de encuentro en torno a la Imagen de La Virgen de Candelaria.

El municipio candelariero, desde la cumbre hasta la arena, cuenta con muchísimos rincones repletos de encanto y valor, tanto histórico como patrimonial.

Teniendo en cuenta el motivo al que hacemos mención en esta publicación, en este punto haremos principal referencia a uno de sus barrios: el barrio de Santa Ana.

El sonido de las campanas de la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria se entremezcla con el arrullo del batir de las olas y con el aroma a salitre, acompañando nuestros sentidos mientras nos dirigimos a nuestro destino. El barrio de Santa Ana comprende el casco antiguo del municipio y se encuentra ubicado en la parte alta de Candelaria, sobre un acantilado próximo a la costa, desde donde el mar saluda a cuantos le observan. Este núcleo poblacional posee unas características que le hacen singular, teniendo en cuenta su riqueza histórica, cultural y arquitectónica.

El barrio que acoge a la Patrona de Candelaria, a Santa Ana, destaca en su zona más antigua por sus calles estrechas, repletas de historia y con cierta pendiente que hacen aún más atractivo el descanso en la Plaza o en sus aledaños, donde se pueden observar casas pequeñas a la vista pero grandes en recuerdos y vivencias.

Tiempo atrás esta zona fue uno de los núcleos más importantes del municipio, principalmente por la producción de alfarería, siendo la principal industria del municipio, especialmente en los siglos XVIII y principios del siglo XIX.

En el barrio de Santa Ana encontramos lugares emblemáticos y de gran interés. En este sentido destacamos la Iglesia de Santa Ana, el Antiguo ayuntamiento, el Mirador y la Casa de las Miquelas.

Iglesia de Santa Ana

La Iglesia se encuentra en el casco antiguo del municipio, en la Plaza de Santa Ana, no muy lejos de la Basílica y bastante cerca del Mirador que lleva su mismo nombre. Se puede acceder a ella desde el desvío, a la entrada del pueblo, después de abandonar la autopista del Sur o, también, a través del casco antiguo del pueblo accediendo por la misma Plaza de la Patrona de Canarias.

Esta Iglesia, la más antigua del sureste de la Isla, se construyó sobre una vieja ermita y fue durante varios siglos la Iglesia principal del municipio. La Iglesia de Santa Ana no siempre ha sido tal y como se presenta actualmente. En realidad, desde el siglo XVI hasta ahora ha estado sometida a varios cambios en su estructura. A esto añadiremos que próximamente, tal vez, en este mismo año sea cerrada nuevamente -y por un periodo de tres años- para someterse a algunas reformas relacionadas con el sistema eléctrico, cambio total en el tejado de madera, el piso y el reforzamiento de los muros de barro y arena, seriamente dañados por la humedad.

Volcando nuestro interés en tiempo atrás encontramos que, entorno a 1543, los Frailes Agustinos, con sede en el convento del Espíritu Santo, en La Laguna, introducirían en lo que por entonces era Arafo la devoción a San Agustín pero, como en este lugar no existía Iglesia, los vecinos debían de acudir a la Cueva de San Blas, fundada en 1543 o a la ermita de Santa Ana, construida en 1575, ambas en Candelaria.

Según cuenta la historia, en el año 1630 el temor a los ataques de corsarios era constante, lo que obligó a toda la feligresía del Valle a concentrarse en la Parroquia de San Pedro, en Güímar. Sin embargo, los vecinos de Candelaria y Arafo se negaron a acudir a la parroquia güímarera, manteniendo un largo conflicto con el beneficiado de Güímar. Este litigio se solucionó con la creación de la Iglesia de Santa Ana, en Candelaria, sobre lo que era la ermita, allá por el año 1643.

La Parroquia de Santa Ana está considerada como la Iglesia Matriz de las Parroquias del sureste de Tenerife.

Este templo posee un rico patrimonio artístico en su interior, destacando un artesonado de inspiración mudéjar e imágenes de la Escuela Canaria de los siglos XVII y XVIII.

En lo que se refiere a la Imagineria, en el interior del santuario podemos admirar la imagen de Santa Ana, Patrona del Municipio. Esta es una preciosa talla del siglo XVIII realizada por Miguel Bermejo. También podemos observar la talla de madera de un Crucificado, “El Cristo de la Expiración”, de autor desconocido, propio del siglo XVII y que muestra gran dramatismo dentro del más puro estilo barroco.

Entre el tesoro de sus imágenes, resaltamos además la presencia de las tallas de San Antonio y San Juan Bautista, que se atribuyen a la Escuela Sevillana. También es necesario mencionar la talla de la Virgen De Los Dolores y de la Virgen del Carmen, Patrona de los pescadores. Mención especial merece la talla de La Sagrada familia, obra del escultor tinerfeño Fernando Estévez de Salas.

Llegada desde Venezuela hasta esta Iglesia es la pequeña imagen de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela. Esta imagen fue entregada por el Viceconsejero de Emigración del Gobierno de Canarias, Efraín Medina , a la Villa Mariana de Candelaria en el año 2005, siendo donada por Juan Fernando Morales, alcalde del municipio venezolano de Los Salías.

La Iglesia de Santa Ana cuenta, además, con la imagen de San Joaquín, llegada desde Ecuador y con las imágenes de María Magdalena, San Juan Evangelista y los Santos Varones, Nicodemo y José de Arimatea, que son los titulares de la Hermandad del Calvario. También destacan en la Iglesia el retablo de Ánimas y el propio retablo mayor de Santa Ana.

Antiguo Ayuntamiento

El Antiguo Ayuntamiento es un edificio contiguo a la Basílica. Se accede por la calle Antón Guanche. Esta edificación posee un gran balcón, de estilo canario, que se observa desde la Plaza y está situado justo encima de la Fuente de los Peregrinos.

El Antiguo Ayuntamiento fue construido en el siglo XVII y era la residencia temporal de los regidores de la isla, desde donde disfrutaban de las fiestas de la Virgen. También es conocido el Antiguo Ayuntamiento como antigua Casa Cabildo.

La construcción inicial de este edificio ha sufrido algunas remodelaciones. Además, a lo largo del tiempo sus usos han sido muy diferentes. En colación a lo expresado destacamos que este lugar ha sido escuela de enseñanza, juzgado y ayuntamiento entre otras ocupaciones.

En la actualidad se usa como sala de exposiciones temporales.

Mirador de Santa Ana

El Mirador de Santa Ana se situado en la calle Doctor Llarena. Desde este balcón la naturaleza se rinde a nuestros pies, ofreciéndonos una imagen inmejorable del horizonte en el que se difumina el mar de Candelaria, orientando nuestra mirada hacia el infinito. Por otro lado, el Mirador de una manera especial, ofrece a los visitantes una perspectiva diferente de la Plaza De La Patrona de Canarias.

Desde este lugar la Basílica, en su conjunto, enriquece nuestra expectación y la vista de la Villa es espectacular.

Casa de las Miquelas

La Casa de las Miquelas, también conocida como el Centro Alfarero de Candelaria, está ubicada en Santa Ana, casco histórico de la Villa.

La Casa de las Miquelas tiene especial relevancia por la enorme responsabilidad de velar, salvaguardar y difundir todo lo relacionado con la alfarería tradicional de Candelaria. Teniendo en cuenta tan importante encomienda es imposible resistirnos a la tentación y no visitar el lugar, con lo que hemos dirigido nuestros pasos hacia el Centro Alfarero, hacia la calle Isla de la Gomera nº7.

Una casa terrera, característica de principios del siglo XIX, que ha sido rehabilitada con el fin de mostrar y preservar esta tradición, mantiene sus puertas abiertas, extendiéndose ante nuestra mirada. Una vez traspasado el umbral y la primera dependencia, sólo unos pocos pasos nos separan de disfrutar de un lugar acogedor, familiar y repleto de historia.

La casa de las Miquelas debe su nombre a las dos últimas alfareras de la zona de Santa Ana, de la segunda mitad del siglo XX, muy conocidas en el municipio. Eran dos hermanas y las dos trabajaban en la alfarería, repartiéndose el trabajo.

El centro se divide en varias partes bien diferenciadas, una es la casa en sí con un vestíbulo en el que se expone a los visitantes la historia de la Alfarería de Candelaria. En la parte trasera se encuentra el taller alfarero, donde las artesanas que trabajan en el centro fabrican las piezas. Aquí también puede observarse una exposición e indumentaria relacionada con la cultura de la alfarería en el lugar. Adentrándonos en la casa nos encontramos con las salas de exposiciones, unas edificaciones más recientes pero que respetan las pautas de las construcciones tradicionales canarias, especialmente del sur de Tenerife, con el uso de tosca y madera.

La Casa de las Miquelas es un lugar de interés cultural, visitado tanto por ciudadanos de la isla como por turistas aunque, quizás, no lo suficiente si tenemos en cuenta que está muy cerca de la Basílica y su entrada es gratuita. Por ello, uno de los objetivos que se ha marcado el gobierno local e insular consiste en fomentar el conocimiento del Centro, promoviendo la realización de actividades.


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